Tras la memorable noche que pasé cocinando, cenando y copeando con mis compañeros de trabajo en la que, por supuesto, no faltaron risas ni buenos alimentos, ha llegado el momento de decir adiós a cuatro de los grandes (J.R., S.H., M.S. y G.S.) Ha sido mucho más triste de lo que yo imaginaba. Me han enseñado tantas cosas y hemos pasado tantas horas juntos, que aunque solo sea un mes me siento como si les conociera desde hace tiempo.
Nos hemos quedado sólo la mitad (V.W., C.A., P.R. y M.P.) y vamos a tener el doble, o triple, de trabajo. Aunque, sinceramente, no me importa. Me estoy asustando porque me está gustando demasiado trabajar... Sí, sí, hoy, por ejemplo, he comido en casa tranquilamente y después no sabía que hacer, ¡Quería bajarme a la oficina! Llegar al punto de querer trabajar cuando me aburro me parece demasiado. Lo mejor de todo es que, en el fondo, me encanta que me encante trabajar.
Os dejo un pequeño reportaje de fotos de estas últimas semanas. Es un popurrí de todo, pero resume muy bien mi mes de Julio. (Siento la pésima calidad de las fotos, pero mi Blackberry no destaca por la alta definición de sus imágenes)
Gran lema que leí a mitad de semana
Auto-foto en LL&C después de 3horas y media completamente sola en toda mi planta
(todo mi equipo estaba en una call, y el resto parece ser que libraban esa tarde)
Durri y yo tomando una copa en casa de un amigo
Mi maravillosa mesa de trabajo en LL&C
Descansando en el jardín de casa de un amigo con su perro Tifón
Todo mi departamento (a falta de J.R. que hacía la foto) en Accademia del Gusto
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