Sé que estás leyendo esto; y quiero que sepas que estoy escribiendo esto para ti. Nadie más puede entenderlo; solo tú y yo. Nadie más lo sabe; se piensan que esto es para ellos... Pero no lo es, es para ti.
Quiero que sepas que la vida... es dura. No siempre podemos disfrutar de ella; a veces también la padecemos. Cada día es un reto. A veces sientes que es un desafío levantarte cada mañana, salir de la cama y afrontar el día a día; pero debes dibujar una sonrisa y tener ganas de seguir adelante. Porque, quiero que sepas, que esa sonrisa es la que me hace sonreír a mi aquí. Esas ganas son las que me hacen seguir adelante y pensar que todo esto tiene sentido; que no me he vuelto loca. Son las que me animan en los días en los que no le veo sentido a nada y me dan fuerzas para darlo todo en estas dos semanas que nos quedan...
¡Eres maravilloso!
Sé que puede que el tiempo no sea perfecto, ni las ciudades, ni la hora... Que la gente se piensa que estamos fatal de la cabeza, que esto no puede ser real. Pero lo es, sabemos que lo es, y podremos demostrárselo a todos en trece días. Tan solo trece días... ¿Qué es eso comparado con los tres meses que hemos dejado atrás?
Aún no sé cómo voy a reaccionar al verte. Es algo que me tiene realmente intrigada y que se pasea por mi cabeza día y noche; ¡Y eso me gusta! Casi más que tú...
Pero dentro de todos estos nervios hay una paz y tranquilidad tremenda. Porque sé que todo saldrá bien. Lo sé...
