Una casa en el lago con un embarcadero es un lugar con el que sueño. No me importa que sea en el típico lago de Estados Unidos o en España. El caso es recorrer descalza todas esas tablas de madera calientes, tras haberles dado el sol todo el día. Tumbarme, respirar aire puro y ver pasar las horas escuchando música, y sentarme mirando al infinito mientras rozo el agua con la punta de los dedos del pie, y meditar... Pensar en todas aquellas cosas que la locura de la gran ciudad no te permite.
Y poder compartir ese momento con alguien, con alguien especial. Pero solo con una persona que verdaderamente signifique algo para ti. Una persona con la que poder pasar horas en silencio sin sentirte incómodo ni un solo segundo.
Y que alguien te fotografíe sin darte cuenta...
Espero que empecéis la semana con buen pie.
