martes, 5 de marzo de 2013

Ruptura

La sensación de dejarlo con una persona es muy similar a la que sufres cuando fallece un ser querido; y quien diga lo contrario o me acuse de exagerada, miente.
Esa persona con la que has estado tanto tiempo, con la que has compartido tantísimas cosas y con la que has vislumbrado un futuro, pasa a un segundo plano; o más bien a un plano oculto. Es como si dejara de existir por completo en tu vida, hasta que resucita unos años después (en el mejor de los casos). 
Me da muchísima pena ver cómo va deteriorándose una relación, tanto de amistad como de exaltación de la amistad (que, al fin y al cabo, eso es el amor) Me da pena ver a esos matrimonios que han ido apagándose con el paso del tiempo, que no tienen nada que hacer, que contarse, que expresar, que celebrar...y más aún las parejas que sufren esta desdicha desde el primer año de su relación.
Hay algo contra lo que no se puede luchar, y eso está claro, te vendan lo que te vendan; y es que si no hay algo que os una, un sentimiento tan fuerte que esté preparado para subir montañas, superar caídas y surcar océanos, es que no es el camino definitivo. Tiene que haber algo más, algo intangible. Es muy fácil estar ahí cuando las cosas van bien y todo sale estupendamente, lo complicado es estar presente de mil maneras posibles cuando las cosas no vayan sobre ruedas.

Hagamos que las relaciones no se deterioren. Luchemos por ellas y seamos valientes respecto a nuestro futuro. Pero sobre todo, asegurémonos de que estamos al cien por cien con esa persona; porque una relación sólo puede funcionar entre dos personas que están totalmente presentes y dedicadas la una a la otra, a pesar de las distracciones externas o los problemas internos. O estáis en ello juntos o no lo estáis en absoluto.

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