Otoño... ¡Cómo me enamoras! Este año no te estás portando demasiado bien, pero sigues transmitiéndome ese bienestar que ninguna otra estación consigue transmitirme.
Dicen que "cuando llega el calor los chicos se enamoran..." Yo os digo que no. En Verano a los chicos lo que les entra es un calentón, pero los amores verdaderos llegan en Otoño. Aquí es cuando se enamoran de verdad.
Mi estación está siendo demasiado activa este año... Tengo mil asuntos pendientes: planes que se me amontonan en la agenda (y no, no es por hacerme la interesante), confirmaciones sin confirmar, e-mails que parecen haber sido enviados al Espíritu Santo, libros de dimensiones descomunales por leer, conversaciones por hablar, exámenes orales y escritos por hacer, horarios que se solapan hora tras hora, trabajos demasiado extensos y para los que hay que dedicar mucho tiempo y aún más fuentes y una Blackberry al borde de la muerte que no para de vibrar. Movidito ¿eh? Pues eso no es todo, pero me marea leerlo hasta a mi.
En 15 minutos me viene a recoger un amigo (sí, amigo) llamado Pablo. El destino es el Estadio Santiago Bernabeu. Exacto, noche de fútbol... Con lo que me gusta gritar en los estadios y apoyar a mi Real Madrid... ¡No me podía haber propuesto un plan mejor!
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