miércoles, 8 de junio de 2011

Vacaciones y relaciones pasadas por agua

Por fin han acabado estas largas semanas de exámenes que nunca veía terminar. ¿Lo mejor? No tener nada que hacer. ¿Lo peor? No tener nada que hacer sumado al asqueroso clima lluvioso. Me aburro mientras mis amigos estudian o están de viaje. Bueno, aunque he de reconocer que últimamente estoy retomando relaciones con personas que dejé atrás al empezar la carrera; y volver a hablar y ver a gente con la que hacía tiempo que no cruzabas ni media palabra es increíble. ¡A mi me encanta, tenemos tantas cosas que contarnos!
Es tan reconfortante poder mantener conversaciones durante horas con personas que en su día lo fueron todo para ti... Y darte cuenta de que el tiempo no ha pasado, que todo sigue exactamente igual que como se quedó en vuestra última conversación. Ponerte al día y quitaros la palabra constantemente de la cantidad de experiencias y de capítulos perdidos que queréis compartir... Volver a planear quedadas y reencuentros... ¡Es maravilloso!
Que la gente no cambia a pesar de intentarlo y de ponerle empeño. Yo siempre he mantenido que hay que darle segundas oportunidades a las personas que alguna vez te han importado; he intentado convencerme a mí misma de que la gente cambia. Pero no, con los años me doy cuenta de que la gente se pone una máscara que va cambiando según con quién o dónde esté; pero en cuanto se la quitan son los mismos. Mismos gestos, expresiones, costumbres, estilo, risa, mirada... Con una mirada puedes decirte todo, una mirada puede estar cargada de cariño y complicidad o de desprecio e ignorancia. Gracias a Dios, ya he aprendido a seleccionar, para así recibir únicamente aquellas de complicidad, aunque me ha costado.
Os iré contando mis planes de estos días (que por ahora no son pocos, pero son muy improvisados) y subiré alguna fotillo. Mañana tengo la cena de fin de curso con toda mi clase y después saldremos de fiesta, así que ya escribiré porque el evento promete.
We'll keep in touch!
PD/ Quiero mandarle desde aquí un beso y un abrazo cargados de cariño a aquellas personas que tanto aprecio y que, por situaciones de la vida, ya no puedo ver todo lo que querría. Que sepan que les echo de menos y que pienso en ellos mucho más de lo que ellos se creen. Han formado parte de mi vida, han construido capítulos de mi historia y no les olvido.

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