He's just not that into you

Cuando la atracción por cierta persona pasa a admiración o idolatración, significa que tienes un pequeño problema, y creo que muchas de nosotras caemos en este error. La obsesión va aumentando cada día que pasa sin verle. Recuerdas con cuidado todos los detalles que hicieron aquella noche tan especial con miedo a poder olvidar alguno y con la esperanza de que algún día vuelva a ocurrir y sea tan perfecto o más. Incluso a veces nos llegamos a plantear si aquel momento realmente sucedió o son simples imaginaciones tuyas, deseos de cosas imposibles. Pero no, sucedió. Lo tuviste y te tuvo entre sus brazos, acariciaste su pelo, te estremeció su mirada, su sonrisa era tan perfecta como la recuerdas, la comisura de sus labios tan suave, sus manos tan dulces acariciando y entrelazándose con las tuyas y su cabeza tan cuidadosamente colocada sobre la tuya cuando te apoyaste en su hombro. Podías leer sus pensamientos sin que abriera la boca. Todo fue perfecto, tan perfecto o más de como lo recuerdas. Entonces comienzas a montarte tu película, a pensar que todo podría llegara a más. El problema está en que no tenemos en cuenta un pequeño detalle: ÉL. En sus manos está todo. Si él quiere te pedirá el móvil, si él quiere te llamará, si él quiere te propondrá quedar, si él quiere podréis llegar a ser algo más de lo que fuisteis aquella noche que a su lado pasó tan rápida... Todo queda en simples recuerdos que como locas deseamos que sea posible revivir. Por lo tanto chicas, os recomiendo que no os quedéis sentadas esperando recibir cualquier tipo de señal suya. Si el destino quiere que se repita, se repetirá. No os quedéis esperando a vuestro "príncipe azul", porque puede que nunca vuelva a aparecer. Puede que todo tenga que quedarse en ese rincón de nuestro cerebro que alberga los recuerdos de todos aquellos amores que han ido pasando por nuestras vidas, a la espera del hombre que desbanque al resto de modo que el único recuerdo que tengas sea ÉL.