Uno de esos momentos en los que te derrumbas, en los que ni las palabras más bonitas y consoladoras te hacen sentir mejor. Encima te sientes egoísta, ellos no pueden volver a su país en los seis meses y tú, aún volviendo cada quince días, no eres capaz de aguantar y seguir adelante sin soltar una lágrima...
Es un mal, día, sólo eso... Un mal día...
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