Echo de menos la nieve, te echo de menos a ti, una bañera en la que darme largos baños de espuma y la comida casera de mamá.
Os echo de menos a vosotros y nuestras noches de Tablas y Green.
Echo de menos las tardes y noches tirada en el sofá viendo Kiss TV, y las otras tardes organizando planes, que luego nunca salían, con Mar.
Las recenas, las copas españolas que nada tienen que ver con las francesas y las quedadas de Las Mosquis.
Echo de menos mis cientos de películas a las que poder recurrir según mi estado de ánimo, tus cosquillas y abrazos de oso.
Las risas en las sobremesas familiares y lanzar las botellas vacías al aire mientras grito cualquier barbaridad que se me pase por la cabeza.
Aún así, esto de vivir sola es la bomba. Estar alejada de todo y sin todas estas cosas durante seis meses me va a ayudar a valorarlas cuando las recupere y a crecer como persona.
Una vez más: "Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"
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