Durante unos instantes toda la ilusión se derrumba, se cae a tus pies y sientes como te vas desinflando lentamente, te vas quedando sin fuerza. Sabes que ya pasó, pero aun así no te explicas cómo puedes sentirte tan mal por dentro. Ni siquiera quieres respirar, el corazón te late más deprisa, necesitas saberlo todo. Entonces le llamas, le preguntas por ella y te da todas las razones en las que esperas encontrar algo de fuerza, esperanza y (obviamente) verdad. Le quieres y lo sabes. Darías todo por tu relación con él en ese instante e intentas buscarle sentido a sus palabras. Al fin lo comprendes, le intentas calmar (sin conseguirlo del todo) y cuelgas.
No puedes dormir, te dedicas a escuchar música, a leer un libro (pasando las hojas sin haber comprendido ni un solo párrafo)... Hasta que se te ocurre escribir, cosa que siempre suele liberarte.
A aquellas/os que os sintáis así alguna vez, os recomiendo que habléis con él/ella, ya que es la mejor forma de calmaros y solucionar las cosas.
"Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba."
A tientas
Mario Benedetti
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